La superiora del Espíritu Santo
Publicado
- 🕒 1 min read

Cierto día visitó un hospital a cargo de religiosas, denominado “Archihospital del Espíritu Santo”.
Al llegar, la superiora, toda nerviosa y muy emocionada, besó atropelladamente su anillo doblando la rodilla y sólo acertó a presentarse con estas palabras:
- Santidad, soy la superiora del Espíritu Santo.
Con una sonrisa ante tan original presentación y para templar sus visibles nervios, le respondió con chistosa y afectuosamente:
- ¡Qué suerte tiene, hermana! Yo sólo he podido llegar a ser vicario de Cristo.